En el año 1991, durante el mandato de George Bush padre, la Casa Blanca declaró a Steve Jobs, fundador de Apple, como “persona incómoda al gobierno”, por lo que era seguido e investigado por agentes secretos. Dicho informe fue revelado por el FBI en su página web en el marco de una solicitud amparada en la ley de Libertad de Información.
Según el diario “The Telegraph”, el expediente de 191 páginas contiene entrevistas a los amigos y antiguos colegas de Jobs por parte de los agentes. En las conversaciones, muchas de las personas describen al ex CEO de Apple como un “individuo que no es completamente sincero y honesto, capaz de distorsionar la realidad con tal de alcanzar sus objetivos.”
Aunque en su formulario, Jobs afirmó que no usó drogas en los últimos cinco años, varios de los entrevistados resaltaban su pasado universitario con ellas. Varios informaron que Jobs consumía desde marihuana hasta LSD.
Además, el informe revela que en un inicio Jobs no apoyaba a la madre de la hija que tuvo fuera del matrimonio con Laurene Powell. Aunque, tiempo después, cambio su manera de actuar hacia ella.
Cabe señalar que en el momento en que fue investigado Jobs manejaba su compañía Next Computing luego que fuera expulsado de Apple en 1985. Él retornó a la compañía de Cupertino en el año 1997 hasta su muerte en el 2011.

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