PRIMER GRAN MITO DE HABLAR EN PUBLICO
"Los oradores eficaces nacen, no se hacen, es inútil tratar de ser un un buen orador si no se nació con este don."
SEGUNDO GRAN MITO DE HABLAR EN PUBLICO
"Para la mayoría de la gente, el miedo y el nerviosismo son imposibles de superar, es inútil intentarlo."
Echemos un vistazo a cada una de estas suposiciones falsas.
¿El orador nace y no se hace?
En realidad creo que usted tampoco está de acuerdo con esto o no estaría leyendo este artículo. Todo el mundo nace bebé y los bebés no pueden hablar. El "orador innato" más que un mito a veces parece una coartada para no intentar serlo.
Es utilizado por personas que simplemente temen a un posible ridículo y no desean arriesgar. Es un hecho que la práctica hace al maestro. Un orador es aquel que habla a los demás por una razón. Cuando el niño de dos o tres años dice por primera vez: "Mamá, quiero agua," ya está ejercitando un discurso.
En realidad usted ha estado haciendo discursos desde el momento en que comenzó hablar, la diferencia es que no se analiza como tal hasta que oficialmente se denomina "discurso", esa palabra "tan temida".
Usted puede llegar a ser un buen orador, si usted simplemente posee estas cuatro herramientas:
(1) Una voz
(2) Conocimiento básicos del lenguaje
(3) Algo que decir
(4) La necesidad de expresar sus ideas a los demás.
Usted ha estado utilizando estas herramientas desde hace muchos años. Ha estado diciendo algo a los demás, varias veces todos los días, aunque en estas condiciones se le denomine "conversación". La conversación es hablar con algunos. El discurso público es simplemente hablar con un grupo más grande.
Su audiencia no es más que un grupo de individuos. Usted puede hablar fácilmente con una o dos personas ¿verdad? Solo piense que hablar en público es similar solo que dirigiéndose a un grupo más extenso.
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