El gobierno de Paraguay dictaminó la destitución del presidente Fernando Lugo. Su reemplazante será el vicepresidente Federico Franco, quien ocupará el cargo hasta las próximas elecciones presidenciales, a realizarse en abril de 2013.

La muerte de 17 personas el pasado 15 de junio, en un enfrentamiento armado entre policías y campesinos durante un desalojo, fue la principal causa por la que se inició el proceso judicial y se dictaminó la remoción de Lugo de su cargo.

El grupo de defensores del exmandatario había criticado duramente las acusaciones en su contra, calificando el juicio como una "tragedia griega", denunciando que la sentencia ya estaba dictada antes de escuchar a la defensa.

Por su parte, a través de un comunicado, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) remarcó que este juicio político "atenta contra el orden democrático del país" y también se manifestó preocupada porque se desaten episodios de violencia, debido a la enorme cantidad de gente que está reunida en las inmediaciones del Congreso paraguayo, esperando una resolución al juicio político.
 
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